La Selección Argentina se metió en octavos de final con una victoria importante ante la Polonia de Robert Lewandoski. Ahora, con la cabeza ya puesta en Australia, el cuerpo técnico se centra en la recuperación de sus futbolistas, que tendrán solamente dos días de descanso.
La gran duda para este encuentro es Ángel Di María, quien no pudo terminar el duelo con los polacos -fue reemplazado a los 13 del complemento por Leandro Paredes- porque sufrió una contractura en el muslo de su pierna izquierda.
Este jueves por la mañana fue sometido a una ecografía, que llevó tranquilidad al evidenciar que no hay ruptura fibrilar, algo que lo hubiera sacado de lo que resta del torneo.
El Fideo, de 34 años y quien está jugando su cuarta Copa del Mundo, es una pieza clave del equipo de Lionel Scaloni y será esperado hasta último momento, aunque no lo arriesgarán si no lo ven en condiciones. Si bien hay optimismo por él, es un problema que para el choque de octavos solo resten un poco más de 48 horas.
Fuente: Rosario Plus