Se vislumbraba que no sería sencilla la vuelta de Paris Saint Germain al Parque de los Príncipes, después de la traumática eliminación de la Champions League, con el 1-3 que le propinó Real Madrid, en un encuentro en el que tenía todo servido para ganar. Y las predicciones se hicieron realidad desde antes del inicio del encuentro ante Bordeaux. Hubo pitada y abucheos para casi todos, especialmente para Lionel Messi y Neymar, menos para Mbappé, la gran figura de los franceses en la serie ante los merengues.
La afición parisina abucheó primero a cada jugador cuando se anunció la formación del equipo. El único que recibió aplausos fue Kylian Mbappé. Una vez comenzado el encuentro, los hinchas silbaron sobre todo a Leo y a Ney cada vez que tocaron la pelota, lo que demuestra el enojo con las estrellas que debían guiar al equipo a conquistar la ansiada Champions League.
Como en territorio enemigo
El hecho más ruidoso sucedió a los 20 minutos, cuando Neymar se disponía a ejecutar un tiro libre. En los instantes previos al remate, el abucheo fue ensordecedor, casi como si jugara en territorio enemigo. El tiro se fue muy desviado y las expresiones de bronca continuaron.
Mientras Mauricio Pochettino resiste al mando del equipo (hace tiempo que se habla de su salida), la primera de las decisiones fue dejar en el banco de suplentes a Gigio Donnarumma, apuntado como uno de los principales responsables de la derrota en el Bernabéu, y ubicar en el arco a Keylor Navas.