La novela del verano llegó a su fin en medio de una jornada de lluvia. Marcos Rojo se hará la revisión médica y luego firmará el contrato que lo ligará con Boca, para sumarse a la pretemporada con sus nuevos compañeros, a las órdenes del director técnico Miguel Ángel Russo.
El ex defensor de Estudiantes llegó por la mañana a La Bombonera, donde se encontró con Raúl Cascini y Marcelo Delgado, y unos minutos después se trasladó junto con el Chelo a una clínica de Barracas para hacerse los estudios pertinentes.
Ya está todo acordado para que el futbolista se desvincule del Manchester United (en el marco del cierre del mercado de pases de invierno en Europa) y se pueda incorporar a su nuevo equipo, que trabajará desde en el predio de Casa Amarilla.
El vínculo del Xeneize con el ex defensor de Estudiantes de La Plata será por dos años, con opción a otro año si las partes así lo acordaran, modalidad de contrato que ya fue aprobada por el representante de Rojo.
El lateral y marcador central que jugó dos mundiales con el seleccionado argentino (Brasil 2014 y Rusia 2018), y convirtió un gol en cada uno de ellos, viene de cumplir un exigente entrenamiento en solitario acompañado de los profesionales que lo asisten, quienes indicaron que su estado físico es óptimo.
Por su parte, el plantel boquense trabajó ayer nuevamente en el predio de Ezeiza, en donde cumplieron desde el miércoles pasado con estrictos protocolos que el club dispuso para la primera etapa de la pretemporada. Los hisopados a los jugadores llevaron tranquilidad al cuerpo técnico ya que todos dieron negativo.
Los protocolos incluyeron también otras medidas, como no bañarse en los vestuarios compartidos, comida en viandas y poco contacto entre los futbolistas hasta el domingo.
Además, en la última práctica se reincorporó el defensor peruano Carlos Zambrano, quien permanecía en Lima mientras se cumplía el plazo para que le otorgaran el certificado de salud tras permanecer una semana en la capital de Perú.
Por el lado de Cristian Pavón, el Consejo de Fútbol que encabeza Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo del club, aprobó la operación que el atacante se quiere que realizar por un sobrehueso en sus tobillos, que no le impide jugar ni entrenarse pero que le molesta desde hace tiempo.
En Boca siguen con la postura de vender al delantero-quien estuvo a préstamo en Los Ángeles Galaxy de la MLS norteamericana- si llega una buena oferta concreta. Pero si eso no ocurre, el atacante cordobés, tras la recuperación que le llevará unos dos meses, jugará la Copa Libertadores para el Xeneize, ya que a Russo le interesa como refuerzo.
Desde hoy, en el predio Pedro Pompilio, comenzará la etapa de entrenamientos en doble turno y concentración en el Hotel Intercontinental del centro porteño.
Hasta el miércoles, el plantel se entrenará Casa Amarilla, y después volverá al predio de Ezeiza, en vísperas al primer amistoso confirmado que se desarrollará el sábado 6 de febrero ante Talleres de Córdoba.
En cuanto a los contratos con los jugadores formados en el fútbol juvenil, despunta un posible conflicto con el mediocampista Alan Varela, quien tiene vínculo con el club hasta 2023, pero su representante no aceptó la mejora en el contrato que ofrece Boca: por ahora no hay acuerdo con el talentoso volante.
El resto de los juveniles promovidos por Russo aceptaron las mejoras propuestas por el club, entre ellos el Changuito Ezequiel Zeballos, quien ya firmó la extensión de su contrato.
Boca, actual bicampeón del fútbol argentino tras ganar la Superliga 2019/2020 y la Copa Diego Maradona el 17 de enero pasado ante Banfield en San Juan, tiene por delante una cargada agenda. A mediados de febrero comenzará a disputar una nueva edición de la competición doméstica de la Liga Profesional de Fútbol (LPF); después jugará el partido ante Claypole por la Copa Argentina con fecha y cancha a confirmar; y en abril comenzará a disputar la Copa Libertadores 2021.