Jonathan Santana y Rodolfo Gamarra eran grandes amigos, vecinos de barrio, compartían fiestas de cumpleaños y además eran compañeros en la Selección nacional.
El primero es argentino, nacionalizado guaraní, y jugó en San Lorenzo, River e Independiente.
Todo era camaradería hasta que pasó lo peor: Santana, ahora jugador de Nacional de Paraguay, se terminó enamorando de la mujer de Gamarra.
"Santana no fue tan buen vecino de Rodolfo y terminó enamorando a Romina. Empezaron a tener ya algo a escondidas. Alejandra, la esposa de Santana, se enteró, lo dejó.
Dejó todo acá y se fue con una amiga y sus hijos a la Argentina. Romina decidió separarse de mutuo acuerdo de Rodolfo y se fue de vacaciones con Jonathan", cuenta el diario paraguayo Crónica.