La aceleración de la devaluación es el dato que los inversores necesitan confirmar hoy apenas abra el mercado cambiario. El viernes, el dólar mayorista subió 0,44% a $249,16 uno de los tres porcentajes más altos desde que asumió Sergio Massa. Si se anualiza la devaluación del último día de la semana pasada, equivale a 14,2% mensual. El promedio, tomando los días previos se proyecta a 7,70% para junio. Pero si el ritmo devaluatorio se mantiene acelerado al paso del viernes es probable que se llegue a fin de mes con una suba del tipo de cambio mayorista cercana a 8%, apenas por debajo de la tasa de política monetaria.
El viernes, el Central tuvo que vender USD 97 millones y perdió 198 millones de reservas que quedaron en USD 32.137 millones. El pago de USD 90 millones por compras de energía fue uno de los problemas. Para JP Morgan la inflación promedio hasta fin de año, será de 8,1% mensual y 2023 terminará con un alza de precios de 145% anual. Que la inflación no sea aún mayor le costó al Banco Central USD 1.000 millones de reservas.
Según la consultora Anker Latinoamérica “nuestra estimación en función del análisis de volúmenes de mercado y factores de variación de reservas y base monetaria de series del BCRA apunta a que, desde el 25 de abril, el uso de dólares de las reservas netas líquidas para venta de dólares financieros se ubicó en torno a USD1.000 millones”.
El techo siempre va a ser la tasa, porque si la devaluación la superara, el productor se apalancaría para retener su mercadería cuyo precio crecería por encima de la inflación y de la tasa. El ritmo devaluatorio es parte del problema de la escasez de divisas y de lo que le ha costado al Banco Central atrasar el tipo de cambio para evitar una inflación mayor.
Fuente: Infobae