El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus proyecciones de crecimiento de la economía argentina para este año al estimar que el país crecería un 0,2%, luego de que en octubre pasado proyectaba un crecimiento de 2%, en un contexto de desaceleración mundial .
En ese sentido, el organismo elevó las proyecciones de inflación del 60 al 88% para este año.
Estos cambios en las proyecciones están relacionados con el impacto de la sequía y en el contexto de desaceleración mundial, y fueron reflejados en el nuevo World Economic Outlook, la publicación semestral del Fondo, que fue titulada "A rocky recovery" por la dificultad de las economías de salir del contexto adverso.
Las estimaciones van en línea con los recientes pronósticos similares del Banco Mundial, que la semana pasada divulgó sus estimaciones y proyectó que la Argentina no crecería en 2023.
Asimismo, el organismo multilateral ve que podría complicarse aún las cosas a raíz de eventuales coletazos derivados del sector financiero, que aún transita turbulencias, e indicó que "en un escenario alternativo plausible con mayor sector financiero estrés, el crecimiento mundial se reduce a alrededor del 2,5 por ciento en 2023: el crecimiento más débil desde la recesión mundial de 2001, salvo la crisis inicial de Covid-19 en 2020 y durante la crisis financiera mundial de 2009--con el crecimiento de las economías avanzadas cae por debajo del 1 por ciento".
Para el FMI, la economía mundial se encuentra una vez más en un momento de gran incertidumbre, con los efectos acumulativos de la últimos tres años de shocks adversos, en particular, la pandemia de Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania--manifestándose de formas imprevistas, estimulado por demanda reprimida, y persistentes interrupciones en el suministro", resumió, en el arranque de su presentación
"Los precios de las materias primas se disparan, la inflación alcanzó varias décadas máximos del año pasado en muchas economías, hizo que los bancos se endurezcan agresivamente con sus políticas para traerlo de vuelta hacia sus metas y mantener ancladas las expectativas de inflación", con consecuencias negativas que aún se resentirán en la economía global, anticipó el organismo internacional.