Cada día hábil que transcurre en el mercado de cambios, el Gobierno se aleja un paso más de la posibilidad de cumplir la meta de acumulación de reservas que le exige, al menos por ahora, el acuerdo con el Fondo Monetario. Tras desprenderse de USD 190 millones el mes pasado, el Banco Central perdió en lo que va del mes otros USD 900 millones y el objetivo que debería alcanzarse a fines de marzo luce lejano.
Para ese momento, el acuerdo indica que las reservas netas del BCRA deberían ascender a unos USD 7.700 millones. Esa cifra implica que la autoridad debería reunir unos USD 4.000 millones en poco más de un mes, para alcanzar el objetivo de acumulación que impuso el FMI tras la última revisión de USD 5.500 millones respecto del stock existente a diciembre de 2021.
Se sabe, las posibilidades siquiera de acercarse a esa cifra son exiguas, en el contexto de un ingreso de dólares pasmado por la fuerte sequía y con un margen acotado para anticipar la implementación del dólar soja 3, una medida que disgusta en la sede del FMI, según el propio organismo hizo saber en su último informe a fines de diciembre.
De ahí que el viaje que emprendieron anoche un grupo encabezado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores del Palacio de Hacienda, Leonardo Madcur, a Washington para entablar una nueva negociación con el Fondo resulta vital. El objetivo de máxima de los funcionarios es lograr una flexibilización de esa meta. El argumento central que llevan bajo el brazo es, precisamente, el impacto mayor al previsto inicialmente en las cuentas públicas de las condiciones climáticas adversas, sobre las que los propios técnicos del Fondo ya advirtieron en su último informe.
Fuente: Infobae