Animate a ponerlos en práctica y hacé que tus pesos rindan mucho, pero mucho más. ¿Lo mejor? Que al fin de cuentas todo sacrificio tiene su recompensa ;)
#1 ¿Un billete de $100 vale más que cinco de $20?
Está claro que en función del valor es lo mismo tener un billete de $100 que cinco de $20. Sin embargo, ¿sabías que cuando llevamos billetes grandes en la billetera, nos resistimos más a gastarlos y somos más conscientes cuando los usamos? Lo mismo pasa cuando pagamos en efectivo (todas sabemos lo fácil que es pasar la tarjeta y, por supuesto, lo complicado que es controlarse).
Así que ya sabés, evitar el cambio puede ayudarte a llegar a fin de mes. Marche un billete de $500 para mí.
#2 Para cuando vas al súper
Existe una regla básica que todas ya conocemos a la hora de las compras: hacer una lista y comprar SOLO lo necesario. ¿Pero cómo se hace para no tentarse?
Usar auriculares y comer chicle mientras recorrés los pasillos del supermercado es una buena opción para no rendirte ante los olores, mantener la atención ocupada y no distraerte con cosas que realmente NO necesitás.
Por otro lado, te recomendamos suscribirte a los newsletters de ofertas. ¡Pero no te dejes engañar por el precio de los productos! No es lo único que importa, lo que vale es que rindan. Optar por alternativas que rindan el doble, sin costar el doble, es una decisión inteligente.
#3 ¿Cuál es tu "comodín"?
Este truco es muy sencillo y los resultados te van a sorprender. Lo único que tenés que hacer es establecer un billete "comodín", no importa su valor, puede ser de $5 o $10. Cada vez que este "comodín" llegue a tus manos, en vez de gastarlo separalo y ahorralo.
¿Cuánto juntaste al terminar el mes? Date el gusto y fijá un porcentaje de ese monto para regalarte a vos misma (las recompensas nunca vienen mal). Por ejemplo, si ahorraste $500 podés hacerte un regalo que no supere el 20%, es decir, los $100. ¿Cómo la ves?
#4 Las 3 "C": Comprar, Cocinar, Congelar
Por si no lo conocías, el método de las 3 "C" puede ser tu solución. ¿Su secreto? Comprar, cocinar y congelar. Buscá dónde podés conseguir alimentos que cuesten más baratos por cantidad y, cuando tengas algo de tiempo, cociná el menú de toda la semana y metelo en el freezer. Podés hacerte tartas, salteados, milanesas, ¡lo que se te ocurra! No desperdiciás comida, ahorrás tiempo, gas y energía.
Además, vas a tener un tupper listo para llevarte al trabajo. Mucho más saludable y económico que comer afuera ;)
#5 Planificar es la clave de TODO
Seguramente ya te dijeron que tenés que planificar los gastos, pero lo que nunca dicen es cómo hacerlo (sí señores, para algunos será una obviedad, pero algunas no sabemos ni por dónde empezar).
Particularmente, yo llevo una planilla en mi smartphone donde incluyo la plata que tengo disponible al empezar el mes, cuál es mi objetivo de ahorro (¡tiene que ser real!) y cuánto puedo gastar en total para alcanzarlo. Después, anoto todos mis gastos y en concepto de qué fueron. A fin de mes, puedo ver cuánta plata usé en total, cuánto ahorré y si llegué o no a mi meta.
¿Qué te parecieron estos trucos para ahorrar? Contanos cuáles son los tuyos, ¡queremos saber!
