Florencia Peña tardó cinco años es hacer una fuerte confesión sobre su intimidad y lo mal que la pasó durante la crisis que derivó en la separación de su entonces marido Mariano Otero.
En ese momento, la actriz era una de las grandes figuras del Bailando 2012, certamen del que ha llegado a participar lesionada con un cuello ortopédico.
Sin embargo, lo que no se veía delante de las cámaras era lo que ella sufría cada vez que llegaba a su casa.
"Pesaba 46 kilos. Yo me excusaba: "¡Dale, vamos, vamos! ¡Bailar me hace bien!". Llegaba a casa y era otra. Te juro que deseé morir", reveló Flor.
"Y este embarazo se convirtió en un gran deseo después de haber caído en la oscuridad total, cuando me levanté y mi vida volvió a empezar", fue la esperanzadora frase que aseguró Flor en la entrevista que dio esta semana a revista Gente en la que confirmó el embarazo.
"La separación de Mariano fue el gran golpe que me provocó el KO. Jamás sentí tanto dolor. Veía los pedazos de mí misma y pensaba: "¡¿Cómo hago?!". Mariano me dejó, él reaccionó primero ya no estaba bueno lo que éramos cuando estábamos juntos.
Éramos dos artistas con una relación muy intensa, para lo bueno y lo malo", explicó sobre la crisis que llevó a la separación después de once años juntos.
"Todos pensaban que estaba bárbara durante mi participación en el Bailando, pero pesaba 46 kilos. Yo me excusaba: "¡Dale, vamos, vamos! ¡Bailar me hace bien!". Llegaba a casa y era otra. Te juro que deseé morir, literal. Durante un tiempo tuve un acompañante terapéutico viviendo en casa. Tomaba Zoloft y Rivotril para poder salir a trabajar", reveló Flor.
"La idea de que mis hijos crecieran con sus padres separados me torturó durante mucho tiempo. Mis viejos están casados hace 45 años... Siendo la mina más power, me costó superar ese mandato.
No encontraba modo de abrir mi corazón. Daba por perdido volver a enamorarme", agregó Peña, que hoy vive otro presente, embarazada de tres meses fruto de su relación con Ramiro Ponce de León.