Todo comenzó con un posteo que Fabián Alberto Gómez, nombre real de Piñon Fijo, hizo en su cuenta de Instagram. Allí, el intérprete de uno de los payasos más famosos del mundo infantil expresó: “Mi loquita hermosa nos volveremos a ver y disfrutaré de tus abrazos. Te amo y te extraño”. En el posteo arrobó a Solcito Fijo, su hija y ex compañera de trabajo. Pero lo más contundente fue la utilización de dos hashtags que decían: “#DerechoNietos” y “#DerechoAbuelos”.
Los medios de todo el país comenzaron a hablar del tema y algunos sostuvieron que la separación con la madre de sus hijos hizo que él no tenga contacto con Jeremías y Solcito, además de ser sus herederos fueron durante muchos años parte de sus shows.
El primero utilizó su red social para responder a todas las acusaciones que se hicieron en torno a la familia: “Es realmente muy duro y triste recibir tantos insultos, maltratos, opiniones y veredictos sin ningún fundamento real. Les juro por lo que más quiero que las cosas no fueron así. Y si así él lo sintió, creo que había y hay muchos caminos para conseguir su supuesto objetivo, ver a su nieta. Algunos tan simple como agachar la cabeza y llamar por teléfono, golpear una puerta. Nunca sucedió”.
En el comunicado siguió apuntando contra su padre: “Le pareció mucho mejor la idea de subir una foto del rostro de una criatura de cinco años. Obviamente, asegurándose de tapar y cuidar el suyo. Hoy su defensa es que ‘se le fue de las manos’. Eso sí decidió comunicarlo puertas adentro, en privado”. También aclara que la distancia con Fabián no fue producto de la separación con su madre sino que la “agresión” se desvía por otro lado.
Más contundente fueron las palabras de Sol, cuando sintió que su papá no salía a defenderlos públicamente y también hizo uso de su Instagram para dar su versión de los hechos: “Viendo y considerando que los días han pasado y mi padre no ha salido a defender a sus hijos de tremendas acusaciones gratuitas e injustas, me veo obligada a expresarme por este medio en un tema de índole privado. No tengo opción”.
Disculpándose por usar su Instagram de payasa para hablar de una cuestión personal, Solcito expresó: “El mal y dañino uso de mi hija en una publicación polémica, que necesariamente iba a trascender, requiere defensa. Pudo haber expuesto su cara para expresar su confuso lamento. Pero no, eligió la de mi pequeña de 5 años. Este acto representa una señal más del orden de prioridades del que lo hizo, donde, como siempre, otorgó más importancia a sus intereses, por sobre los de sus nietos e hijos”.
Confesando que hace ocho años que tiene contacto con Piñón, la hija del payaso despertó aún más la polémica con la frase: “Es porque está desaparecido de nuestras vidas después del último de tantos maltratos (en mi semana 32 de embarazo). Y fue el último porque me animé a poner límite a las humillaciones crónicas después de 35 años”.
En una nota, en medio de sus presentaciones, desde el personaje Fabián explicó: “Por el momento no voy a hablar, y menos de Piñón por respeto a los chicos que siguen este personaje. Lo único que hice, mi gran pecado y si hubiera sabido las consecuencias no lo hubiera hecho, fue subir a las redes un posteo diciendo que extrañaba a mi nieta”.
Aclarando que está evaluando qué medidas tomar frente a este escándalo y destacando el amor que le tiene a sus hijos y nietos, Gómez concluyó diciendo: “Hoy en día es fácil acusar de maltrato y de violencia. Omitir decir claramente la verdad, muchas veces te deja mal parado a vos... Si yo digo: ‘Si hablara de lo que este muchacho me hizo’, ya te deja parado en un lugar de cosas muy serias”.
Para terminar de escuchar todas las voces, la ex esposa del artista, Karina Suárez, también recurrió a las redes sociales para publicar un contundente mensaje: “Desnaturalicemos el maltrato”. Este es una frase publicada por el Colectivo de educación inicial y compartida por la madre de Sol y Jeremías.
Fuente: Perfil