Tal decisión tiene origen en el mal accionar de los obreros que trabajaban de lunes a viernes en la construcción de un centro integral comunitario. Sucede que el último dia laboral, día de pago, los hombres se quedaban en la obra a comer asado, seguido de la "timba" por las tardes. Jugaban a las cartas por plata.
"El hombre cuando empieza a timbear no tiene control, no tiene fin, no para nunca", manifestó el jefe comunal, sobre esta situación.
Sumado a ello, al ser un pueblo chico donde todos se conocen, una tarde, el intendente del lugar, fue increpado por el dueño de una despensa, quien le cuestionó porque no le abonaba los sueldos a los empleados, de modo tal que estos le paguen a él lo que le deben.
Es así que Rodríguez decidió cambiar la fecha de pago, siendo los días martes y no los viernes, con la condición de que fueran las esposas de los obreros quienes cobren el sueldo.
¿Que te parece esta medida? ¿Es digna de imitar?
