La pandemia por COVID-19 llevó a que se adapten ofertas de productos o servicios para llegar a los usuarios y consumidores a pesar de las restricciones y el aislamiento. Esta situación, la mayoría de las veces positiva, también tiene su correlato en actividades informales, ilegales e, incluso, delictivas. El Ente Regulador de los Juegos de Azar (Enreja) detectó en los últimos meses la proliferación de bingos ilegales que se venden en las calles y se juegan de manera virtual en muchas localidades del interior.
Pese a que la actividad está contemplada como un delito penal, son numerosos los casos que Enreja pudo identificar en muchas localidades del interior, lo cual motivó una serie de procedimientos que permitieron desbaratar parte de esta organización delictiva.
La modalidad que se detectó implica la venta callejera de cartones de bingos que no están regulados por la autoridad de aplicación y, por consiguiente, no se ajustan al marco normativo obligatorio para este tipo de actividad. Luego el juego se transmitía a través de redes sociales al principio y, más tarde, se empezaron a utilizar aplicaciones de mensajería instantánea, principalmente WhatsApp.
El Enreja es el organismo gubernamental que controla el funcionamiento de los bingos y las actividades vinculadas con el juego de azar para verificar el cumplimiento a las exigencias requeridas en el marco legal vigente.
Fuente: El Tribuno