"El personal no puede dar la cara por temor a quedarse sin trabajo, a sufrir persecución laboral, pero lo que hace esta gente que se aprovecha de que muchos compañeros no pueden arriesgarse a que los dejen sin trabajo es algo que no se puede seguir callando".
De esa manera Josué Carlos Sandoval, un exagente del Servicio Penitenciario de la Provincia, que se desempeñaba en la Unidad Carcelaria N´ 5 de Tartagal, denunció graves irregularidades de las que fue testigos, que en su caso sí se animó a denunciar pero que le costaron, según aseguró, quedarse sin su fuente de trabajo en un momento tan difícil para acceder a un puesto de empleo estable donde se garanticen todos sus derechos laborales.
El exagente recordó que trabajaba en la Unidad Carcelaria N´5 que depende del Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta y aseguró que "las amenazas por parte de los jefes son permanentes; no vas a ascender, te vamos a mandar a otro lugar lejos de tu familia, te vamos a sumariar".
Violencia de género
"Ahora que ya no estoy dentro de ese servicio y como un ciudadano común puedo hablar con toda libertad, pero después de haber vivido un montón de situaciones desde adentro, puedo calificarlas como hechos de corrupción", expresó.
"Me acusaron de haber cometido violencia de género y eso no es verdad pero (en el Servicio Penitenciario) en una semana de hecha la denuncia por parte de una mujer con quien terminé mi relación me trasladaron a Orán, me hacían trabajar 12 horas seguidas. Los jefes te inventan llamados de atención, sumarios, dan falso testimonio para perjudicar a quienes no encajan con la forma de proceder de todos ellos hasta que los hacen echar y no les importa si tienen familia a la que mantener. Pero, más allá de eso, he visto con qué falta de criterio dejan salir a la calle a los internos que no están ni remotamente en condiciones de tener esos beneficios. He visto a internos como "Chirete' Herrera (que purga una condena de prisión perpetua por femicidio) juntar delante de todo el mundo sus pastillas y cambiarlas con otros internos por cigarrillos o por lo que sea como si nada. Y cuando alguien del personal expresa que algo está funcionando de forma incorrecta, comienzan las persecuciones", aseguró el exguardiacárcel.
Josué Carlos Sandoval precisó que él mismo había elaborado un informe por irregularidades y por maltrato "y pedí una audiencia con el director del penal, Javier Mamaní, porque había un grupo de gente que trabaja en el penal que buscaba afanosamente algún argumento para hacerme sancionar, para hacerme expulsar. Lo que hicieron fue darme las licencias que me debían de tres años y después me notificaron que quedaba despedido, todo por denunciar muchas cuestiones que son graves, que son hechos de corrupción y violación a las leyes y que un organismo como el Servicio Penitenciario no puede cometer".
Denuncias graves dentro del penal
El exguadiacárcel recordó que durante sus años de trabajo "tuve trato con varios internos que fueron condenados como "El Chino' Bravo, Rebilla (acusado del femicidio de la comerciante Susana Zerpa) y desde mi experiencia me daba cuenta de que esas personas (todas reincidentes de graves delitos por los que purgaban penas) no estaban en condiciones de salir en libertad. Cómo puede ser que los psicólogos informen que está bien que salgan y que tengan esos beneficios. Evidentemente, es un falla grave del Servicio Penitenciario. Pero si alguien hace un informe o cuestiona esa metodología de trabajo, lo llenan de sanciones hasta que logran hacerlo dar de baja como me sucedió a mí", aseveró.
Acoso laboral y sexual
El joven fue un poco más allá: "A mí me habían trasladado a Orán porque los jefes inventan las sanciones contra quienes los molestan y un alcaide que vino de Salta Capital, en una oportunidad me dijo que todo mi legajo estaba en sus manos y que él podía cambiar todo eso. Me ofreció llevarme a Salta, me iba a alquilar una vivienda en el mejor lugar y me dijo que mi legajo iba a quedar intachable si yo aceptaba mantener una relación con él. Pero como lo rechacé, me dijo que nunca iba a ascender y que no iba a tener trabajo y así fue. Pero eso no puede seguir sucediendo, y si bien he perdido mi trabajo, ahora me siento libre. Voy a ir hasta las últimas consecuencias porque la persecución laboral que hay para quienes quieren denunciar malos manejos dentro del servicio, es tre menda", aseveró.
Fuente: El Tribuno