Ocho personas murieron, varias se encuentran desaparecidas y otras miles fueron evacuadas de sus hogares a causa de las devastadoras inundaciones que asolaron la región de Emilia-Romaña, en el norte de Italia, según informaron el miércoles las autoridades del país, que advirtieron que lo peor podría estar aún por llegar.
"Las lluvias no han terminado, continuarán durante varias horas", declaró la subdirectora de la Agencia de Protección Civil italiana, Titti Postiglione, al canal de noticias SkyTG24. "Nos enfrentamos a una situación muy, muy complicada".
“El número de víctimas subió a ocho”, declaró Irene Priolo, vicepresidenta de Emilia-Romaña, después de que las autoridades dieran un balance de cinco muertos. El presidente regional, Stefano Bonaccini, habló de “numerosos desaparecidos”.
Postiglione dijo que varias personas seguían desaparecidas, pero no pudo dar un número exacto. La televisión pública RAI y otros medios dijeron que al menos cuatro personas permanecían en paradero desconocido, una en Cesena y tres en la cercana Forli.
Varios ríos se desbordaron en Romaña, la parte oriental de la región frente al mar Adriático, obligando a los habitantes de ciudades como Cesena a subir a los tejados de sus edificios, donde los bomberos los rescataron con helicópteros o lanchas neumáticas.
"Ha sido probablemente la peor noche de la historia de Romaña", declaró a la radio pública RAI el alcalde de Rávena, Michele de Pascale, quien afirmó que sólo durante la noche fueron evacuadas 5.000 personas en su ciudad.
"Rávena está irreconocible por los daños que ha sufrido."
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su "total cercanía a la población afectada", añadiendo en un mensaje en la red social Twitter que su Gobierno está siguiendo de cerca los acontecimientos y está dispuesto a prestar ayuda.