Mientras las Fuerzas Armadas de Estados Unidos realizan ejercicios militares junto a Corea del Sur, el gobierno de Yoon Suk-yeol detectó este domingo el lanzamiento de un misil balístico internacional por parte de Corea del Norte, conformando el cuarto ataque en la semana.
La tensión continúa escalando en las relaciones internacionales entre Corea del Norte y Estados Unidos. Anteriormente, el ministro de Exteriores se refirió a las tareas en conjunto entre el país americano y Corea del Sur, y aseguró que "el país considera preparativos para una guerra de agresión", y explicó que en caso de concretarse "se enfrentarán a contra acciones persistentes y fuertes sin precedentes".
Para cumplir con su palabra, el gobierno norcoreano no tuvo miramiento alguno. El martes comenzó el conflicto cuando el país decidió lanzar dos misiles de alcance medio, y no conformes con la situación, dispararon el jueves un misil de alcance intercontinental, el más potente dentro de su arsenal.
Este domingo, Corea del Norte decidió disparar un misil balístico internacional (ICBM), el cual recorrió 800 kilómetros y está sometido en estos momentos al análisis de la inteligencia estadounidense y surcoreana.
De esta manera, el proyectil se convierte en el segundo ICBM lanzado por el gobierno norcoreano, ya que el 18 de febrero dispararon el primero dentro de la zona económica exclusiva de Japón, al oeste de Hokkaido, como amenaza por las prácticas militares entre Corea del Sur y Estados Unidos.
Además, el representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, pidió la implementación de las sanciones contra Corea del Norte por su programa nuclear tras los primeros tres lanzamientos, y sostuvo que "es fundamental que todos los Estados miembros de la ONU, especialmente los miembros del Consejo de Seguridad, garanticen la completa implementación de las sanciones de la ONU".
El próximo lunes, tras la petición formalizada por Estados Unidos y Japón, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará el lunes una reunión de emergencia para tratar los recientes lanzamientos. Desde su lado, la Cancillería de Corea del Norte avisó que en la reunión deberán tratarse "contramedidas legítimas de autodefensa", ya que consideran los ejercicios tácticos entre ambos países frente a su costa como "un acercamiento a una imperdonable línea roja".
