El presidente de Perú, Pedro Castillo, estableció este lunes por la noche de manera sorpresiva el "Estado de emergencia" en la provincia de Lima y su vecina Callao para este martes, en medio de una crisis política que amenaza su presidencia tras un paro de transportistas que cumple una semana y dejó como saldo cuatro muertos.
La medida comenzó este martes a las 2 de la madrugada hora local (4 hora de Argentina) sin que se hayan reportado detenciones o incumplimientos.
Fue adoptada por el Consejo de Ministros en respuesta al paro de transportistas que cumplió una semana este lunes, una jornada durante la que se vivieron cortes puntuales y temporales en algunas de las carreteras del país.
"El Consejo de Ministros ha aprobado declarar la inmovilidad ciudadana (toque de queda) desde las 2 de la mañana hasta las 11.59 de la noche del día martes 5 de abril para resguardar los derechos fundamentales de todas las personas, lo cual no impedirá el abastecimiento de los servicios esenciales", dijo el presidente Castillo en una alocución minutos antes de la medianoche.
Peleas de los transportistas contra la policía (Foto Gian Masko/ AFP)
Asimismo, decretó el estado de emergencia en Lima y Callao, "suspendiendo los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión y tránsito".
El anuncio del gobernante sorprendió a los 10 millones de limeños e incluso gran parte de la ciudadanía no se enteró de la medida de inmediato, ya que, cuando la comunicó, muchas personas ya estaban descansando.
La norma solo exceptúa de la inmovilización al personal de servicio de salud, agua, saneamiento, energía eléctrica, combustibles, telecomunicaciones, limpieza, servicios funerarios, transporte de carga y mercancías.
Además, solo se permite la atención de las farmacias y el trabajo de la prensa debidamente acreditada, así como la movilización para la atención de urgencias médicas.
"Los trabajadores del sector público y privado realizan solo trabajo remoto, conforme a la normatividad de la materia", concluyó.
Rechazo del Congreso
La medida generó de inmediato un mayoritario rechazo, entre ellos de la presidenta del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, quien afirmó en Twitter que Castillo "no puede impedir el funcionamiento del Congreso" de acuerdo a la Constitución.
Anunció que, por ese motivo, el Legislativo "continuará con su agenda prevista para hoy martes 5 de abril".
"Él quiere cerrar el Congreso, los mensajes del ejecutivo siempre han sido esos. Quiere hacer una (convención) constituyente para cambiar por completo", sostuvo Alva en la mañana del martes en una entrevista con Eduardo Feinmann, en Radio Mitre.
"Ese ha sido el mensaje incluso de los (diputados) oficialistas del Congreso, no respetan la institución que representan. Nos tildan de obsesionistas cuando hemos dado voto de confianza a los tres gabinetes que tiene para garantizar la gobernabilidad, cuando sabemos que no son idóneos. Él tiene la culpa", agregó Alva.
Incluso la congresista Sigrid Bazán, de la coalición Juntos por el Perú, habitual aliada del Gobierno, se dirigió al presidente para señalar que "siendo prácticamente la medianoche, no hace sentido una medida inacatable, que no responde solución alguna y que más bien va a afectar a todos los trabajadores que en breve madrugarán para sus actividades diarias".
La decisión del Ejecutivo se tomó en medio de una ola de rumores en redes sociales sobre posibles manifestaciones y saqueos en Lima durante este martes, tras la paralización que cumplen desde hace una semana los transportistas por el incremento de precios de los combustibles.
Fuente: Clarín