Al menos 46 migrantes fueron hallados muertos, la mayoría de ellos ubicados dentro de un camión abandonado al lado de una ruta, en San Antonio, Texas, en el sur de Estados Unidos, informaron las autoridades.
El hallazgo de los cuerpos, dentro y fuera del vehículo, ocurrió el lunes a la tarde y según el departamento de bomberos de San Antonio hasta la noche sumaban 46 víctimas. Otros 16 migrantes que viajaban en el camión, entre ellos cuatro niños, fueron hallados con vida.
Los gobiernos de México y EEUU reaccionaron con pesar ante la tragedia, y el primero dio cifras actualizadas de víctimas.
"Es una tremenda desgracia (...) hasta ahora son 50 los fallecidos: 22 de México, 7 de Guatemala, dos de Honduras y 19 todavía sin información sobre su nacionalidad", lamentó el presidente mexicano, Andrés López Obrador en su conferencia de prensa matutina.El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue informado de la "absolutamente horrible y descorazonadora" muerte de una cincuentena de migrantes en un camión en Texas, indicó este martes la Casa Blanca.
"Estamos siguiendo de cerca" la información "absolutamente horrible y descorazonadora" proveniente de San Antonio, Texas, indicó a periodistas la portavoz Karine Jean-Pierre a bordo del Air Force One de camino a la cumbre de la OTAN en Madrid, refirió la agencia de noticias AFP.
"Estos hechos lamentablemente (...) tienen que ver con la situación de pobreza, de desesperación de hermanos centroamericanos, de mexicanos", agregó por su parte López Obrador.
El mandatario expresó además su pésame y aseguró que su Gobierno realizará las investigaciones que le correspondan y prestará ayuda para el traslado de los cuerpos.
Asimismo, admitió que fallaron los controles en la frontera común y dentro de Estados Unidos.
El hallazgo es una de las peores tragedias que involucra a migrantes en Estados Unidos en años recientes, y se da cinco años después de un incidente con características similares que ocurrió en la misma ciudad del centro de Texas, a pocas horas de la frontera con México.
El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, indicó que los 16 sobrevivientes habían sido trasladadas al hospital.
"Los pacientes que vimos estaban calientes al tacto, sufrían de insolación, agotamiento por el calor, y sin señales de agua en el vehículo. Era un camión refrigerado, pero no había evidencias de que hubiese una unidad de aire acondicionado funcionando", añadió.
"Esta noche estamos lidiando con una horrible tragedia humana", lamentó el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, en conferencia de prensa.
"Los insto a todos a pensar de manera compasiva y a rezar por los muertos, los heridos y las familias", pidió, y agregó: "Esperamos que los responsables de poner a estas personas en semejantes condiciones inhumanas sean perseguidos con todo el peso de la ley".
San Antonio, ubicada a unos 250 kilómetros de la frontera, es una ruta principal para los traficantes.
La ciudad también ha sido azotada por una reciente ola de calor récord que el lunes registró temperaturas de 39,5 grados centígrados.
El vehículo fue hallado en una ruta cerca de la autopista I-35, que llega directo a la frontera con México.Una operación masiva de emergencia se desplegó hacia la escena con participación de la policía, los bomberos y ambulancias.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, republicano que defiende una línea dura sobre la migración, lanzó un duro ataque al presidente Biden y culpó a sus "mortíferas políticas de frontera abierta", consignó la agencia Sputnik.
"Estas muertes pesan sobre Biden", escribió Abbott en Twitter.
"Muestran las consecuencias mortales de su negativa a endurecer la ley", abundó.
Camiones como el que se encontró en San Antonio son un medio de transporte muy utilizado por migrantes que pretenden ingresar a Estados Unidos.
El viaje es extremadamente peligroso, especialmente porque los vehículos de este tipo no suelen contar con sistemas de ventilación o refrigeración.
"Una vez más, la falta de coraje para lidiar con una reforma migratoria está matando y destruyendo vidas", escribió en Twitter el arzobispo de San Antonio, Gustavo Garcia-Siller.
Fuente: Télam