La covid continúa evolucionando y ya se han detectado nuevas subvariantes del virus original en algunos países europeos. En el caso de España, la mayoría de casos confirmados corresponde a las variantes BQ.1 y BQ.1.1, que proceden de ómicron.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) catalogó el pasado 20 de octubre de 2022 al sublinaje BQ.1 y sus sublinajes, como BQ.1.1, como variantes de interés.
De acuerdo con el organismo europeo, se espera que entre mediados de noviembre y principios de diciembre de 2022, más de la mitad de infecciones se deban a estas variantes. Para comienzos de 2023, se prevé que más del 80% de los casos se deban a BQ.1 y BQ.1.1.
Referencia a la mitología griega
Así, una de las principales características de estas nuevas subvariantes es su mayor transmisibilidad respecto a cepas anteriores, ya que algunos estudios apuntan a que son, al menos, un 10% superior, y otros indican que podría situarse hasta en un 30% más. De hecho, el aumento observado desde el organismo europeo en la tasa de crecimiento de este sublinaje se debe, principalmente, a su escape inmunitario.
Respecto a sus síntomas, los más habituales incluyen tos, dolor de cabeza, fatiga, diarrea, congestión nasal, fiebre, malestar muscular, disnea y pérdida de olfato o gusto, muy similares al resto de variantes. No obstante, las únicas particularidades que presenta son la pérdida de apetito, de afonía y las taquicardias.
Esta nueva variante, caracterizada por su rápido crecimiento, ha pasado a denominarse popularmente y a viralizarse en redes sociales desde Alemania como 'perro del infierno', debido a su rápida transmisión y mayor capacidad de contagio.
Este nombre hace alusión a Cancerbero, que en la mitología griega era el perro del dios Hades que tenía de tres a cincuenta cabezas y que protegía las puertas del infierno como guardián para que los muertos no salieran y los vivos no pudieran entrar. De ahí su relación metafórica con la nueva variante de la que, según temen los expertos, es difícil escapar.
A pesar de que esta nueva variante se caracterice por un mayor escape inmunitario, el apodo de 'perro del infierno' no es el adecuado, tal y como ha detallado el secretario general de la Sociedad Alemana de Inmunología, Carsten Watzl, ya que no existen todavía evidencias de que sea más grave que otras variantes. "Aunque BQ.1.1 tiene algún escape inmune, nunca puede escapar completamente de la inmunidad", detallaba en declaraciones recogidas por el diario alemán Spiegel.