Según los últimos datos del Ministerio de Salud, desde que comenzó el brote en enero, los casos confirmados suman 574 mientras que 187 personas murieron por el virus, a las que podrían sumarse otras 71 víctimas que todavía deben ser analizadas.
El brote cobró tal dimensión que a los 4,1 millones de vacunas de rutina que reparte el Ministerio de Salud para la fiebre amarilla, este año tuvieron que enviar a los estados afectados más de 20 millones de dosis.
De todos modos, Oscar Salomón, director del Instituto Nacional de Medicina Tropical de Argentina, indicó que el alerta se dispara cuando el brote salta de las áreas rurales a las urbanas y la transmisión comienza a producirse por el mosquito Aedes, típico de las ciudades.
"Aunque hay transmisión muy próxima a las ciudades y se mantiene la vigilancia activa, no se ha demostrado hasta el día de la fecha casos por transmisión urbana, por Aedes, lo que implicaría brotes de mucha mayor magnitud que los registrados", afirmó Salomón consultado por Télam.
La OMS también aclara que las grandes epidemias se producen "cuando el virus es introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene escasa o nula inmunidad por falta de vacunación", algo que hasta ahora en Brasil no ocurrió.
Brasil es uno de los 47 países donde la fiebre amarilla es endémica y según la OMS en 21 de los 26 estados, además del Distrito Federal, existen áreas en riesgo de transmisión. Este año, el más afectado de todos fue Minas Gerais, donde se registraron 422 casos, seguido por Espírito Santo, Rio de Janeiro, Bahia y San Pablo.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, hemorrágica, que se transmite por mosquitos infectados de las especies de Haemagogus y Sabethes mientras está en su etapa silvestre o rural. Los principales síntomas son fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio y se la denomina "amarilla" por el color que adquieren las personas enfermas.
No existe un tratamiento específico sino que se tratan los síntomas, por eso, una de las principales recomendaciones es la vacunación para quienes viven o piensan visitar las zonas afectadas.
Este verano, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó a los turistas argentinos que se vacunaran si tenían pensado visitar las zonas afectadas.
"En Argentina realizamos a comienzos de año una reunión con autoridades de salud, ambiente y fauna de la Nación y las provincias fronterizas con mayor riesgo, Misiones y Corrientes. Los objetivos inmediatos son garantizar la vacunación de la población potencialmente expuesta, y consolidar el sistema de vigilancia", informó Salomón.