El papa Francisco estaría pensando en dimitir debido a sus precarias condiciones de salud, según informó en las últimas horas la prensa italiana.
La sorpresiva novedad, sin mayores aclaraciones, deja lugar entonces a análisis que se relacionan con la crisis vaticana, que está dada por las divergencias en el seno de la jerarquía católica. Agrega, además, que los problemas de salud serían un impedimento para el jefe de la Iglesia en la actualidad. Francisco fue operado el pasado 4 de julio de un problema en el colon.
"¿Pero no tenía simplemente diverticulitis intestinal inofensiva, como declaró el Vaticano hace un mes?", se preguntó el medio el Libero Quotidiano.
Sin más precisiones, el citado medio se sumerge en los antecedentes del caso, una larga polémica que envuelve al catolicismo.
"Han pasado apenas 11 días desde que se preguntó aquí al profesor Antonio Sánchez, abogado de la Universidad de Sevilla, si una buena estrategia de salida para Francisco sería renunciar para acabar con las disputas sobre la dimisión", se plantea el artículo.
Y la respuesta había sido: "Sí. Una vez acorralado, para Bergoglio sería lo único que podía hacer para salvar al menos su línea de sucesión antipapal y completar su obra de desintegración y "mutación' de la Iglesia Católica".
"Con pinzas"
Pero Elisabetta Piqué, corresponsal en la Ciudad del Vaticano, aclaró: "No se vislumbra en absoluto la posibilidad de que el Papa renuncie".
En una entrevista radial la periodista subrayó: "Hay que tomar con muchísimas pinzas este artículo".
En el mismo sentido se manifestó Alicia Barrios, periodista corresponsal en la Santa Sede y amiga personal de Francisco, quien consideró que es muy improbable que el Papa renuncie por motivos de enfermedad.
Remarcó que esto va en contra de los postulados de la Iglesia a los cuales Francisco adhiere fervientemente.
Destacó además que estuvo recientemente en contacto con su Santidad y que lo encontró de excelente ánimo y con muy buen humor.
Barrios agregó, además, que la divulgación de esos rumores en la prensa italiana responde a operaciones de sectores que pueden estar "casi al borde de la ley" y que la Justicia europea está investigando con la colaboración del Papa.
Fuente: El Tribuno
