El Gobierno de Sudáfrica decidió suspender la aplicación de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca después de que un estudio mostrase una eficacia muy limitada contra la variante del coronavirus (501Y.V2 ó B.1.351) descubierta en el país.
El ministro de Sanidad sudafricano, Zweli Mkhize, y varios de los expertos que lideran la respuesta contra la covid-19, anunciaron a última hora del domingo la medida en una comparecencia de prensa virtual.
“Es temporal hasta que estudiemos el próximo paso”, aseguró Mkhize, quien trabajará ahora a contrarreloj con su equipo para replantear la estrategia de vacunación del país de África más golpeado por la pandemia.
La decisión de no aplicar la vacuna de AstraZeneca (única que había llegado al país hasta ahora) se tomó después de que se conocieran los datos preliminares de un estudio desarrollado por la Universidad de Oxford y la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo). Según ese reporte, adelantado por el Financial Times, la solución ofrecía solo alrededor de un 22% de eficacia contra casos leves y moderados de la variante 501Y.V2 (ó B.1.351).
Esta se descubrió en el país en diciembre pasado y desde entonces se volvió dominante. Es un 50% más contagiosa, según los datos recabados hasta ahora, pero no se ha manifestado con más gravedad para los pacientes.
Se desconoce si la vacuna de Oxford, pese a su baja eficacia general, es o no efectiva para prevenir casos severos de covid-19; es decir, muertes y hospitalizaciones, ya que las personas implicadas en el estudio pertenecían a grupos de bajo riesgo: 2.000 personas que eran mayormente adultos jóvenes y con buena salud.
“Son noticias muy decepcionantes. Lo que tengo que enfatizar es que dos tercios (de los contagios) del estudio fueron por infección suave y un tercio por enfermedad moderada. Lo que los datos no nos dicen es si protege contra enfermedad grave”, recalcó el experto en vacunación Shabir Madhi, profesor de la Universidad de Witwatersrand.