En la jornada del domingo, el UBS Group AG acordó la compra de Credit Suisse Group AG en unos 3.250 millones de dólares, en unas arduas negociaciones entre autoridades estadounidenses y suizas, que según la agencia Bloomberg, estaban destinadas a contener una crisis de confianza que amenazaba con extenderse a los mercados financieros mundiales.
Durante una conferencia de prensa, desde el banco central suizo, se comunicó que "con la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, se ha encontrado una solución para asegurar la estabilidad financiera y proteger la economía suiza en esta situación excepcional".
A partir de ahora, las autoridades del gobierno suizo trabajan para cambiar las leyes y de esa forma evitar el voto de los accionistas sobre la transacción, con el objetivo de que el acuerdo pueda cerrarse de forma inmediata.
El Credit Suisse llegó a esta situación tras una serie de escándalos, cambios de liderazgo y problemas legales, lo cual llevó a que en los últimos meses del 2022 sus clientes retiren más de u$s 100.000 millones en activos.
De esta forma, todo indicaría que nace un banco gigante a nivel mundial, ya que ambas entidades, que ahora se fusionarán, son considerados de gran importancia a nivel mundial. Su unión le abrirá las puertas a un gigante bancario que deberá ser supervisado y tener requisitos regulatorios más exigentes.