En un centro comercial en Texas, sur de Estados Unidos, un hombre abrió fuego y asesinó a nueve personas. Posteriormente, un policía que investigaba otro caso logró abatirlo para frenar el ataque.
Como es costumbre en Allen Premium Outlets durante los fines de semana, el local se encontraba repleto de gente que paseaba disfrutando su día libre. Inesperadamente, un hombre sacó su arma de fuego y comenzó a disparar, asesinando a seis personas en el acto.
Gracias al trabajo de un policía que circulaba por la zona por otro caso, el tirador fue abatido rápidamente. Dos hombres más fallecieron en un hospital cercano, mientras que de los heridos tres fueron operados de urgencia y cuatro permanecían estables, según informó el jefe de bomberos.
En Estados Unidos la violencia con armas de fuego, que ya comprendía una problemática desde el inicio de la década del 2000, creció este año de forma inconmensurable. Sin ir más lejos, las estadísticas indican que en lo que va del año se produjeron 195 tiroteos masivos, contabilizando por lo menos uno por semana.
