El Procurador de Salta, Pedro García Castiella, abordó el creciente problema del crimen organizado en la provincia, destacando que "el problema es que las organizaciones criminales no están del todo cartelizadas".
Esta falta de cohesión interna provoca un incremento en la brutalidad de las acciones, ya que estas agrupaciones persiguen únicamente la rentabilidad. Castiella explica que, al no existir una estructura jerárquica estable, surgen luchas territoriales entre los grupos, lo que se traduce en altos índices de violencia.
“El crimen organizado es un polirubro; si el negocio cambia, ellos también cambiarán de actividad para continuar persiguiendo la rentabilidad”, advierte el procurador. Esta fragmentación dificulta la contabilización precisa de los delitos y agudiza la situación de inseguridad en la región.