Meses atrás, el ex intendente de Aguaray, Jorge Enrique Prado, implicado en el robo de caños del Gasoducto NEA, anunciaba que construiría una mega clínica en el municipio con fondos de una empresa venezolana. Ilusionó a los vecinos asegurando que tendría ocho pisos en la que trabajarían médicos de todo el país, y que se invertirían 50 millones de dólares en hacerla realidad. Sin embargo, se comprobó que era una mentira y ahora el destituido jefe comunal será imputado por un nuevo delito: defraudación agravada por ser funcionario público, confirmaron fuentes judiciales al periodista Ángel Mansilla.
En ese momento, Prado había solicitado al Concejo Deliberante de Aguaray la donación de un predio de dos hectáreas para edificar la clínica. También había asegurado que la empresa venezolana Baneso, supuestamente representada por Sebastián Solano, correría con todos los gastos. Sin embargo, Banesco emitió un comunicado donde niega los hechos, y desvincula a Solano, quien también será imputado, de su sede.
De esta manera se suma una nueva causa contra el exintendente de Aguaray, quien además está en juicio imputado por el robo de caños del Gasoducto NEA. También está acusado de malversación de fondos al municipio.