Del requerimiento, surgió que el acusado atentó contra la integridad sexual de las niñas, hijas de su pareja, al desplegar actos corporales de contenido esencialmente sexual, sin que las víctimas puedan consentir tal accionar debido a su corta edad.
Respecto de la menor de 8 años, la investigación permitió determinar que cuando la niña se encontraba en el domicilio del imputado, ubicado en barrio Limache de la capital salteña, éste le ató las manos y le puso una cinta en la boca, para luego someterla a tocamientos y accederla carnalmente.
En relación a la niña de 7 años, surgió que en el mismo domicilio, el imputado repitió el modus operandi para someter a la menor a tocamientos.
En sus fundamentos, el fiscal penal Federico Obeid, sostuvo que las conductas referidas se ven agravadas porque el acusado tenía a su cuidado a las niñas víctimas, es decir, estaba encargado de su guarda y, por ende, tenía sobre ellas una situación de preeminencia que le engendraba responsabilidades o deberes de cuidado.