El menor se encontraba alojado en el Centro de Atención de Jóvenes en Conflicto con la Ley Penal de esa ciudad imputado del delito de resistencia a la autoridad, ya que, en violación a la Ley Nacional de Tránsito se encontraba conduciendo un auto facilitado por su padre, y al momento de ser advertido por la policía, emprendió la fuga.
Entre las medidas impuestas por el juez a la hora de conceder su libertad, se ordenó, tanto al menor como a su padre, la obligación de estudiar el contenido de la Ley 24449 de Tránsito, debiendo rendir un examen sobre la misma en el juzgado, ello a los fines de que ambos tomen conciencia de la peligrosidad que significó el hecho por el que el menor fue detenido.
Además se prohibió a los padres el préstamo o facilitación al menor de cualquier tipo de vehículo, haciendo la advertencia a los mismos que podrían responsables penalmente por desobedecer esta orden judicial.