En línea con la acusación llevada adelante por la Sede Descentralizada de Tartagal, a cargo del fiscal federal Marcos Romero, la jueza federal de Garantías de esa ciudad, Ivana Hernández, condenó a Rino Ríos Guillén a siete años de prisión por el delito de "tentativa de contrabando agravado por tratarse de estupefacientes con fines de comercialización".
La sentencia fue dictada el 21 de septiembre pasado en una audiencia de juicio abreviado en la cual la fiscalía presentó la propuesta arribada con la defensa respecto al hecho descubierto el 25 de mayo pasado. Ese día cerca de las 14, el conductor manejaba un camión marca Volvo con semirremolque térmico y llegó al puesto de control que posee la Dirección General de Aduanas en el Puente Internacional de Salvador Mazza desde el Estado Plurinacional de Bolivia.
De acuerdo a lo dicho por Ríos Guillén, el vehículo transportaba una carga de mil cajas de unidades de bananas, procedentes de Ecuador y que tenían como destino la provincia de Buenos Aires. Cumplidos los trámites migratorios del caso, se procedió a examinar el camión con un scanner portátil: en esa circunstancia se advirtieron imágenes inusuales en el sector de enganche del semirremolque, lo que despertó la sospecha del personal aduanero.
Por ese motivo, se reservó el rodado y al día siguiente se prosiguió con la requisa, esta vez con un can antinarcótico, que también marco la presencia de drogas en el mismo sector del camión. En base a ello, se convocó a personal de Gendarmería Nacional, perteneciente al Escuadrón 61, de Salvador Mazza. Al proseguir con el procedimiento, ya con los testigos civiles y el control judicial del caso, se retiraron las tuercas del enganche del semirremolque, en la parte inferior, y se encontraron 105 paquetes rectangulares de distintos colores.
Realizada la prueba de campo, se estableció que se trataba de cocaína con un peso de poco más de 105 kilos, por lo que se dio intervención al auxiliar fiscal Rafael Lamas, quien inició las actuaciones preliminares.
Fuente: Página 12