Mientras la gran mayoría de los países de Sudamérica y del mundo afrontan con restricciones y temor la segunda ola del Covid, del otro lado del mundo se vive una realidad totalmente diferente.
En Israel –vacunación mediante– se ha vuelto prácticamente a la normalidad, mientras que en Oceanía desde ayer ya no es necesario una cuarentena para quienes viajen entre Nueva Zelanda y Australia.
Durante la primera semana de marzo, el gobierno de Benjamín Netanyahu vacunó a 5,34 millones de personas, es decir, a la mitad de su población, lo que le permitió ir relajando restricciones.
Si en enero llegó a un pico de más de ocho mil contagios, por estos días el país apenas registra una o dos decenas de casos diarios. Un fuerte confinamiento a comienzos de año y la agresiva campaña para inmunizar a sus habitantes convirtieron a Israel en la envidia de muchos países.
Además de que se reabrieron colegios, bares, eventos deportivos y musicales con público, desde el domingo pasado ya no es obligatorio usar barbijo en lugares al aire libre.
Oceanía
Con una población de poco más de 25 millones, Australia tuvo menos de 30 mil contagios, un número muy por debajo de Argentina, por ejemplo, que ya registra casi 2,7 millones de infectados (con 40 millones de habitantes).
El Gobierno apostó por testeos masivos (a fin de febrero hubo 13 millones con una tasa de positividad del 0,2 por ciento), confinamientos ante el mínimo brote y restricciones al ingreso al país.
En los momentos más complicados, algunos estados declararon toque de queda y estado de emergencia.
Fuente: La Voz