Se trata de la primera ocasión en que una nave se adentra en las fronteras exteriores del Sol, donde la sonda Parker Solar Probe permaneció durante cinco horas. "Que la sonda se haya acercado hasta ahí supone un momento culmine para la ciencia solar y una proeza extraordinaria", indicó en un comunicado el administrador asociado de la junta de misión científica de la Nasa, Thomas Zurbuchen.
Para el científico, este logro permitirá a los investigadores conocer mejor la evolución del astro rey y sus impactos en el Sistema Solar, además de poder extrapolar todos los nuevos conocimientos que se obtengan a las estrellas del resto del universo.
La Parker Solar Probe fue lanzada en 2018 en dirección al Sol y cada vez se fue acercando más.
A mediados de julio, los datos recabados por esta sonda le permitieron a los científicos establecer las primeras mediciones definitivas del campo eléctrico de nuestra estrella.
Un estudio publicado entonces ofreció detalles de su interacción con el viento solar, que es un flujo continuo de partículas energéticas emitidas por la corona solar y que puede afectar a las actividades en la Tierra, desde los satélites hasta las telecomunicaciones.
El campo eléctrico del sol surge de la interacción que se genera entre protones y electrones cuando los átomos de hidrógeno se desprenden debido al intenso calor por la fusión en las profundidades del astro.
En este entorno, los electrones, con una masa 1.800 veces menor que la de los protones, salen disparados hacia el exterior, al estar menos limitados por la gravedad que los protones, pero estos, con su carga positiva, logran frenar a algunos electrones.