La organización de la Serenata a Cafayate se ocupó de presentar la cartelera artística y dar el precio de las entradas para la próxima edición 2017.
Pero lo llamativo de este caso, es que el Intendente Almeda y sus concejales siguen eludiendo desde febrero de este año dar a conocer los detalles de ingresos y egresos de la edición que pasó.
Almeda se limitó un tiempo después del festival a enviar al Concejo Deliberante de Cafayate un escueto detalle con solo los totales generales de lo que se recaudó y de lo que se pagó y exhibiendo con bombos y platillos un supuesto superávit cercano a los dos millones de pesos.
Pero ese papel no contenía el detalle pormenorizado de los ingresos y egresos como por ejemplo cuanto se recaudó en concepto de entradas, cuanto ingresó de la participación de sponsors, de la venta de bebidas y de espacios para locales de comidas. Tampoco se sabe cuánto se pagó a los artistas, o a la empresa que colocó luces, sonido y escenario. Tampoco se conocen los detalles de las abultadas sumas pagadas en concepto “gastos de representación” a miembros de la organización etc etc etc.
Pero a la acción de Almeda de intentar por todos los medios posibles eludir se conozcan estos detalles, se sumó la de los concejales almedistas, que se suponen deberían ejercer la función de control, quienes para dilatar la cuestión prometieron que llamarían a conferencia de prensa para dar a conocer “factura por factura y recibo por recibo” pero hasta la fecha siguen sin cumplirlo e incluso hasta llegaron a decir que nunca prometieron eso a pesar de las grabaciones existentes en algunos medios que le recuerdan su promesa.
Esta última argumentación va en consonancia con una sistemática acción de eludir respuestas cada vez que se les pregunta por el balance pormenorizado de la Serenata a Cafayate 2016.
Pero ya nada sorprende en Cafayate de los concejales del almedismo quienes habitualmente tienen inexplicables reacciones agresivas contra los ediles de la oposición que presentan pedidos de informes al ejecutivo municipal.
