Cuando parece que ya todo está perdido, que los valores de la vida y el respeto al prójimo quedaron atrás, un par de niños dueños de un gran corazón rescataron a un perro anciano, enfermo y maltratado por su anterior y cruel dueño.
Augusto Carrión (diez años) y Tiago Avendaño (11 años) viven el barrio Los Inmigrantes, son amigos, vecinos y compañeros de aventura. Meses atrás, en plena pandemia, los pequeños advirtieron el abandono de un perro.
Decidieron rescatarlo del lugar donde lo tiraron como si fuera una bolsa de basura, lo trasladaron al barrio donde viven, sanaron sus heridas, pero sobre todo, lo llenaron de amor y cariño, y el perro, ya ancianito, logró sobrevivir.
Lo rebautizaron con el nombre de Puma Chocolate y hoy, junto a otros amiguitos más del mismo barrio, son una banda inseparable; alimentan, cuidan, miman y juegan con su amigo canino.
"Hace un año y medio que somos amigos de Puma Chocolate. Pero cuando lo conocimos, vimos que pasaba varios días tirado afuera de una casa, y decidí traerlo a mi barrio", relató a El Tribuno Augusto.
"Cuando llegamos a mi casa, le di comida, agua, y le curé los lastimados que tenía. Luego pasaron los días, se fue recuperando y no nos separamos nunca más", recordó el niño.
Ante la pregunta, del por qué decidió socorrer a Puma Chocolate, expresó: "Nadie nos dijo que fuéramos a rescatarlo, fue una iniciativa nuestra, porque lo veíamos solo, abandonado, enfermo y no podía comer, por eso decidimos sacarlo de ahí".
A su turno Tiago, relató que desde que "nos hicimos amigos de Puma, le damos de comer, lo cuidamos, y vamos juntos a jugar en el barrio, pero si nos vamos a la canchita o a otro lugar, lo llevamos, siempre nos sigue a todos lados".
Fuente: El Tribuno