El presidente Alberto Fernández inaugurará mañana el 141° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el último de su mandato que inició en diciembre de 2019. Por este motivo, el discurso tendrá un balance de su gestión y también una perspectiva futura del país, en el marco del año electoral. Además, será el reencuentro con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sobre el cual se especuló por mucho tiempo que podía darse anteriormente, pero no fue así.
La ceremonia de la cuarta apertura de la Asamblea Legislativa anual comenzará a las 11 en el recinto de la Cámara de Diputados, donde la Vicepresidenta será la encargada de los rigores formales del acto y de recibir al mandatario en la explanada del Palacio Legislativo de la avenida Entre Ríos, para luego escoltarlo al salón Azul del Senado para la firma del libro de actas.
Fernández de Kirchner estará acompañada por la nueva presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, quien reemplazó el año pasado al actual ministro de Economía, Sergio Massa, en la conducción de ese cuerpo y Massa tendrá su asiento junto al resto del gabinete en las butacas laterales asignadas a los invitados especiales, los gobernadores y miembros del Poder Judicial y de la diplomacia.
El canciller Santiago Cafiero adelantó hoy que el discurso que brindará mañana el Presidente será "esperanzador, con la realidad argentina, pero siempre mirando al futuro, y con el objetivo de vencer el desánimo" y descartó que el jefe de Estado utilice ese ámbito para "una cuestión electoral o partidaria".
El expresidente Mauricio "Macri nos dice que somos una sociedad fracasada. Nos quieren inundar de desánimo y por eso no tenemos que dejar que nos pisoteen la autoestima", manifestó el titular del Palacio San Martín en declaraciones a radio Provincia.
Tras haber encabezado este mediodía un acto de inauguración del nuevo Colector Cloacal Morón sur, en ese municipio bonaerense, Fernández se quedó en la Quinta Presidencial de Olivos para terminar de delinear su discurso en el que hará un balance de su gestión. Allí podrá hablar del cumplimiento de las metas acordadas con el FMI, entre ellas la de déficit fiscal del 2,4% en 2022 contra el 2,5% que se esperaba; de los dos años de crecimiento consecutivo, de la extensión de la obra pública y de los récords conseguidos en la temporada turística.
El Presidente también podrá hacer foco en los 40 años ininterrumpidos de democracia que la Argentina cumplirá en diciembre y que es un logro que Fernández le asigna a la "utopía" que persiguieron generaciones pasadas.
A su vez, el mandatario tendrá la oportunidad de reiterar un tópico que ha sido mencionado en sus tres anteriores discursos ante la Asamblea Legislativa respecto del funcionamiento del Poder Judicial y su reiterado pedido de reformar la justicia.
En 2020 habló de un proyecto de reforma judicial para "ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial"; en 2021 le pidió al Congreso que "asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial", y el año pasado dijo que la reforma que impulsó fue "resistida por la oposición para beneficiar a algunos funcionarios del gobierno anterior que deben rendir cuentas".
Ahora, en 2023, el escenario estará aún más enardecido ya que la Corte Suprema repuso una ley derogada para tomar el control del Consejo de Magistratura, falló en favor de la Ciudad de Buenos Aires declarando inconstitucional una ley del Congreso sobre la distribución de fondos federales y el Ejecutivo impulsó un proceso de juicio político a los integrantes del máximo tribunal -Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti- que se está tratando en la comisión homónima en la Cámara de Diputados.