En el marco de la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, Alberto Fernández confirmó que aún se sigue negociando "aspectos vinculados a la formalización" del acuerdo y resaltó en un mensaje dedicado a Mauricio Macri que "defender los derechos de nuestro pueblo demanda mucho más que cinco minutos".
"Se trata de una deuda inmensa. Sufríamos un grave problema y necesitábamos una solución. Ahora tenemos un camino para solucionarlo. Teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un sendero que podemos recorrer. Sin acuerdo, no podremos ayudar a construir certezas", expresó el Presidente en su discurso. Atento a las críticas recibidas por parte de la oposición y por un sector del propio oficialismo, Fernández aseguró que el acuerdo anunciado "es el mejor acuerdo que el gobierno de la Argentina podía conseguir. Me hubiera gustado que el gobierno anterior no hubiera recurrido en 2018 al FMI".
"Repito: este es el mejor acuerdo que se podía lograr. Y gobernar es un ejercicio de responsabilidad. Gobernamos con convicciones firmes y con el pragmatismo necesario para saber qué es lo mejor para los argentinos y argentinas", aseguró.
Las claves sobre el FMI, punto por punto:
- El acuerdo: El nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el gobierno anterior. Es una refinanciación de aquél préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos. Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio. Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección. Se iniciarán los pagos en 2026 para terminar en 2034. Logramos un entendimiento inusual en el marco de un programa con el FMI. Es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa. Esto nos pone en un camino transitable para nuestro país con mayor previsibilidad, certezas y visión de futuro. Habrá una expansión en infraestructura, inversiones en ciencia y tecnología y en políticas sociales. Este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo, a diferencia de otros que la Argentina firmó en el pasado. La reducción gradual del déficit será compatible con una expansión moderada del gasto primario real que permitirá apuntalar la fuerte recuperación económica en curso.
- Descarta reforma previsional: "La edad jubilatoria no será alterada. Jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla. Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley, nadie, en principio, debería obligarla a retirarse".
- Descarta que el FMI imponga las políticas económicas: "Somos nosotros los que decidiremos nuestro futuro. Pero no dejo de reconocer que debimos extremar nuestros esfuerzos por definir con autonomía nuestras políticas públicas ante un acredor poderoso. Todo es resultado del nivel de endeudamiento externo al que con una frivolidad alarmante nos han dejado expuestos".
- Tarifas: "En Argentinas se acabaron los tarifazos. Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos del gas y electricidad. Por eso, en principio apuntamos a que el 10% de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios". A su vez aclara que la política de segmentación se basará en la Ley 27.443 votada en el Congreso donde se establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial.
- Descarta reforma laboral: "Los derechos de los que trabajan no pueden ser alterados en su perjuicio. La justicia social jamás puede ser objeto de una negociación. El futuro de los argentinos y argentinas que trabajan lo hemos defendido y lo vamos a defender de manera inclaudicable".