Con la suba del 6% promedio que se aplicó el sábado pasado en los precios de los surtidores (la novena en lo que va del año), para llenar un tanque de 55 litros con nafta súper en la ciudad de Salta se deben invertir $5.120 y con la calidad premium, $5.863. La opción más económica representa el 14% de un sueldo promedio, que el Indec calculó en $36.246 para el último trimestre de 2020.
En general, se estima que una persona que utiliza su auto todos los días requiere un aproximado de dos tanques llenos al mes, lo que equivale cerca de la tercera parte del salario medio.
Esa desproporción, sumada a los otros costos que conlleva mantener un vehículo, explica en gran parte el descenso en las ventas que mes a mes registran las estaciones de servicio locales.
De acuerdo a los registros a los que accedió El Tribuno de la Secretaría de Energía de la Nación, en marzo pasado la comercialización de nafta premium en la capital salteña cayó un 13,7% con respecto al mismo período del año pasado, a pesar de que a fines de ese mes comenzaron a implementarse la restricciones por la pandemia del COVID-19.
En cuanto a la nafta súper, en el mes anterior hubo una caída interanual del 0,5%. Si bien prácticamente se mantuvo el nivel del consumo en este combustible, se debe considerar que muchos propietarios de vehículos que cargaban nafta premium decidieron hacer andar sus vehículos con un producto inferior. Esa tendencia se observa con más claridad en los despachos prepandémicos de las estaciones de servicio. Comparado con marzo de 2019, el consumo de nafta premium bajó un 40% el mes pasado y el de la súper un 28% en relación a dos años atrás.
Fuente: El Tribuno