Los que lo buscaron con la vista a Pablo Avelluto para observar su reacción no pudieron hallarlo. El ministro de Cultura estaba en una charla, afuera de la Casa Rosada, y había pegado el faltazo a la reunión de Gabinete. Pero se ve que Mauricio Macri no lo sabía o, al contrario, subió la apuesta y usó su nombre para que otros ministros se atrevan también a tomar decisiones difíciles pero necesarias, según el criterio presidencial.
"Quiero felicitar a Avelluto por lo que se animó a hacer en el INCAA", dijo Mauricio Macri esta mañana frente a sus principales funcionarios.
Macri empleó palabras parecidas a las que se le oyeron a Avelluto cuando justificó la salida de Alejandro Cacetta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. El ministro había denunciado que allí existen "kioscos, kiosquitos y polirrubros", en alusión a hechos de corrupción e hizo referencia a la negativa de Cacetta de no ir a fondo.
Macri tomó la posta: "No quiso enfrentar a las segundas líneas, que son kirchneristas". Cree que lo mismo sucede en otros estamentos del Estado. Tal vez su mensaje fue pensado más para adentro de Cambiemos que para afuera.