Personal del SAME acudió el sábado por la noche a asistir a un vecino de Quilmes, de 59 años, que alertó al servicio de emergencias porque estaba descompensado, pero cuando ingresó a la vivienda se llevó una macabra sorpresa: encontró a un joven momificado.
Cuando el personal médico llegó al lugar, una casa tipo “chorizo”, descubrió que en una de las habitaciones había restos óseos tapados con una frazada que estaba en el piso, al lado de la cama.
Según el testimonio de vecinos, la víctima era un joven, de 38 años, con síndrome de Down, que vivía con su hermano -el hombre descompensado que llamó al SAME- desde hace seis años, cuando murió la madre de ambos.
Según las primeras pericias, la muerte del joven se habría producido hace más de un año.
En esa casa viven cuatro familias, pero en todo este tiempo no detectaron mal olor u otro signo que evidenciara la muerte del hombre que, según manifestaron los vecinos, estaba postrado y no salía de esa habitación aun cuando estaba al cuidado de su madre. El cadáver, totalmente momificado, fue trasladado a la morgue judicial.