De acuerdo a la medida tomada por el gobierno de Maria Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, en 90 días toda la dotación de Asuntos Internos, Narcotráfico y de Delitos Complejos de la Policía Bonaerense estarán monitoreados con test toxicológicos para detectar los consumos de drogas ilegales y alcohol en la institución.
La iniciativa involucra a 1.300 agentes, en una primera instancia, además incluye al ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, a sus subsecretarios y a la jefatura policial.
Según el anuncio de la gobernadora, “el nivel de expansión del narcotráfico en la Provincia determina la aplicación de este programa de prevención y de control” en la Fuerza conformada por 93.000 miembros.
“No tiene objetivo punitorio. Es, en principio, para que aquellos que consumen tenga la posibilidad de pedir ayuda y pueda reinsertarse”, explicó Vidal.
El plan determina, con carácter obligatorio, el test para ingresar a la Policía. ¿Qué técnica se aplicará? “Consiste en una muestra de saliva (con una pipeta), que es el mecanismo más rápido, u orina”, detalló el doctor Carlos Damín, jefe de la División Toxicológica del Hospital Fernández, en Buenos Aires. El profesional supervisará esta actividad a través de un convenio entre el ministerio de Seguridad y Fundartox, que provee la logística.
Los muestreos serán espontáneos, por sorteo –con los números de legajos– y en los lugares de trabajo. En caso de resultado positivo, los agentes afectados serán derivados a Sanidad para su atención.
“No puede ser que en nuestra área de Narcotráfico, vinculada directamente a la detección y represión de estos delitos, no sean sometidos a prueba”, puntualizó a Clarín el ministro Cristian Ritondo. El plazo para incorporar a toda la planta de personal es de tres años. El modelo tiene similitudes con los adoptados en Nueva York, Canadá, Australia, Ecuador y fuerzas federales estadounidenses como la DEA y el FBI.
Vidal plantea el programa dentro de la reforma policial que comenzó con la obligación de presentar declaraciones juradas en las jerarquías superiores. Fueron 6.800 trámites. De allí surge la nómina de 300 casos de enriquecimiento ilícito que involucran a 1.000 policías. En la gestión Vidal, por diversas razones, fueron echados 4.439 agentes, suspendidos 1.515 y detenidos 362.
Otro dato a tener en cuenta, es que desde que comenzó la gestión y hata el mes pasado, se detectaron 145 casos de policias a los que se les encontró drogas para consumo personal, tras ser denunciados por sus colegas, parejas o vecinos.