El tercer miércoles de noviembre es el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Se trata de una patología que afecta el aparato respiratorio y puede comprometer los bronquios y los pulmones. Además, puede producir efectos en otros órganos, como el corazón, músculos y huesos.
- La EPOC es producida principalmente por la inhalación del humo de cigarrillo, ya sea por fumar o por estar expuesto al humo ambiental (fumador pasivo).
- Es de gran importancia dejar de fumar, ya que, cualquiera sea la severidad de la enfermedad, seguir fumando acelera el empeoramiento de la EPOC.
- También se puede producir, aunque con menor frecuencia, por inhalación de gases producidos por la combustión de leña o carbón, que se usan para calefaccionar ambientes y por la exposición crónica a humos y partículas de distintas actividades laborales.
La EPOC es crónica, prevenible y tratable. Se caracteriza por una persistente limitación al flujo aéreo, lo que se denomina obstrucción. Esta limitación puede presentar algún grado de reversibilidad, pero nunca normalizarse.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la tercera causa de muerte a nivel mundial, con más de 3 millones de defunciones por año.
Síntomas
La aparición de los síntomas ocurre, con frecuencia, a partir de los 50 años:
- Tos, seca o con secreciones: puede ser leve, solo al levantarse. Es lo que se conoce como la tos del fumador.
- Falta de aire (disnea): inicialmente, ante grandes esfuerzos. Es muy frecuente que la persona fumadora lo atribuya al aumento de peso o mal estado físico. Con el paso del tiempo, la disnea progresa lentamente.
- Respiración sibilante (silbidos)
- Opresión torácica
- Pérdida de peso
- Falta de apetito
- Sufrimiento emocional
- Debilidad y cansancio (en estados avanzados)
La EPOC afecta la calidad de vida de la persona, ya que dificulta la realización de actividad física. Su evolución es progresiva, pero tratable.
Algunas personas tienen episodios de empeoramiento de los síntomas, con mayor dificultad para respirar, aumento de la tos y mayor producción de mucosidad bronquial, que se prolongan por algunos días o incluso semanas.
Estos procesos se denominan exacerbaciones y si son frecuentes aceleran la pérdida de la función pulmonar y la falta de aire se produce ante un mínimo esfuerzo.
Existen dos formas principales de EPOC:
- Bronquitis crónica, que implica tos prolongada con secreción
- Enfisema, que implica daño a los pulmones
La mayoría de las personas con EPOC tienen una combinación de estas dos afecciones.
Comorbilidad
En el desarrollo de la enfermedad es frecuente que aparezcan otras asociadas, que contribuyen a su gravedad, como insuficiencia cardíaca derecha, cáncer de pulmón, osteoporosis, ansiedad y depresión.
Si bien no hay cura, los tratamientos y los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, pueden ayudar a que la persona se sienta mejor y se retrase el progreso de la enfermedad.
Estudios efectuados en el país indican que la prevalencia de la EPOC es del 14,5% en personas de más de 40 años; es más frecuente en varones que en mujeres y el 82,5% de los afectados es o fue fumador.