Su labor empezó desde el primero de diciembre y finalizará recién el 8 de enero, luego de los festejos de los reyes magos. Según contó Pontussi estuvieron trabajando el doble de inspectores que usualmente, tuvieron que llamar de otras áreas para poder reforzar los controles.
La interventora de espacios públicos marcó la diferencia del trabajo realizado durante año nuevo respecto al de navidad. Para las primeras fiestas secuestraron aproximadamente 120 bolsones de pirotecnia, mientras que para el inicio del 2023 decomisaron menos bolsones, pero de mayor tamaño. Dentro encontraron pirotecnia variada y de mucho estruendo.
Además, contó que en los pasados días notaron mucha más violencia en el decomiso de mercadería ilegal. Participó gente que no estaba relacionada con la venta, se entrometieron y reaccionaron de manera muy violenta. Susana Pontussi informó que rompieron un móvil el día viernes y otro el día sábado. También golpearon a los policías e inspectores que estaban a cargo.
No solo había puestos de venta ilegal en la vía pública sino también personas que tenían comercios de otras mercaderías y escondían la pirotecnia. Incluso los locales que sí estaban autorizados fueron sancionados por vender pirotecnia sonora, la cual es ilegal.
Realizaron muchos controles en la capital salteña, pero hubo quejas de vecinos comentando que en otros municipios de la provincia el trabajo no fue realizado de igual forma.
La mercadería según comentó Pontussi es principalmente de contrabando, no se trata de productos nacionales. Cuando los comercios compran ropa de Bolivia o Paraguay, esconden pirotecnia en el medio para que no los descubran.
La interventora puso el acento en construir la solidaridad de la gente, ya que si festejan tirando cohetes el estruendo lo padece el otro. Hay que aprender que se puede festejar sin dañar al otro. Advirtió que nunca van a ser suficientes los controles si no se tiene empatía y solidaridad, más allá de la prohibición.