Los años pasan y la señal de la Wi-Fi sigue flaqueando en tu hogar. No llega a determinadas habitaciones o el ancho de banda no se relaciona con lo contratado.
A continuación te dejamos cuatro consejos sencillos para mejorar la recepción de la señal Wi-Fi en tu hogar.
Eso sí, antes de poner manos a la obra probá apagar varios de los dispositivos conectados. Si la conexión mejora, ya sabes cuál es el causante.
Cambiar el router de lugar
Aunque no lo creas, una pequeña modificación en la posición del router pueden traducirse en ganancias de señal extraordinarias. Las redes electromagnéticas funcionan mejor cuántos menos obstáculos físicos haya entre emisor y receptor. Si podés hacer que entre el router y tu smartphone o computadora haya dos paredes en vez de tres, mejor.
Para probar la eficiencia, puedes instalar aplicaciones que miden la intensidad de tu red Wi-Fi en tu smartphone. Aquí una para Android y otra para iPhone. Todo es cuestión de ensayo y error. Mové el router y acto seguido comprobá la señal recibida en el punto de la casa donde solía fallar la conexión.
Cambiar protocolos y canales
Las redes Wi-Fi emiten en diferentes protocolos de ancho de banda, de preferencia de datos, y varias frecuencias. Si vivís en un edificio es común que haya decenas de redes simultáneas. Los aparatos modernos (routers y computadoras) vienen equipados con componentes que saben discriminar mejor unos de otros.
Cambiar el canal de tu router en realidad no hace mucho, es un cambio mínimo en la frecuencia de la señal. Si soporta conexiones a 5 Ghz, prueba a activar esta señal. Es posible que mejore la recepción en una casa pequeña, pero señales al tener una frecuencia más corta que 2.4 Ghz, atravesará peor las paredes. Muchos router soportan emitir ambas señales a la vez, probá cuál se adapta mejor a tu hogar.
Colocar repetidores de señal
Si tu casa tiene una arquitectura complicada llena de armarios empotrados, paredes gruesas, muchas esquinas o no podés cambiar el router de posición, tu mejor opción puede pasar por crear un repetidor de señal.
Son pequeños —y baratos— aparatos que hacen lo que su nombre indica: una antena que captura la emisión de tu router, le añade potencia y la replica con otra antena desde donde lo enchufes, recortando la distancia. No son complicados de instalar si seguís las instrucciones.
También existen lo denominados repetidores PLC. La única diferencia es que en vez de repetir la señal desde el router lo hacen entre dos aparatos independientes que se comunican a través de la instalación eléctrica de la casa. Puedes poner uno “base” enchufado a la pared donde tu router, y el resto enchufados en otras habitaciones.
Comprar un router más potente
Los router que nos entregan las operadoras de Internet son, de media, regulares a nivel técnico. Por poco dinero podés comprar uno extra con multitud de antenas y mejoras tecnológicas con el que llenar de señal de Wi-Fi más potente tu hogar.
El funcionamiento es sencillo. Apagas la señal Wi-Fi del router de tu proveedor y lo conectas al nuevo y potente por cable Ethernet, el que parece un cable de teléfono con la ficha más grande. Entonces, tu nuevo router recibirá la señal directamente por el cable sin pérdidas y creará una red Wi-Fi mucho más estable.
Los router modernos pueden servir múltiples conexiones a varios dispositivos a la vez, solucionando la saturación. Además tienen más ancho de banda, conectan más rápido, y saben discernir bien entre tus aparatos y los del vecino, por ejemplo. Por último, incorporan mejoras de seguridad más modernas y te permitirán acceder a Internet con mayor tranquilidad.
No hace falta que la conexión de tu casa vaya mal para pensar en adquirir un nuevo router que haga de intermediario, también pueden mejorar las conexiones en hogares donde la señal solo recaiga en ocasiones.